Lentamente, nuestra alma va pereciendo de este mundo, un lugar en donde el tormento y la historia se va repitiendo, buscamos la felicidad y no nos damos cuenta como el bucle nos quiere absorber, vemos lo bello en lo inmundo y desgastamos nuestra vida infelizmente en lo mundano, pero lo mundano he de referirme no a ver lo bello de un atardecer, lo hermoso de un universo de lo desconocido o el amanecer en las praderas, sino en lo gris, lo incoloro de soportar el tormento por migajas, la sonrisa de los idiotas, bien por ellos la ignorancia del conformismo, por los que no les toca asumir grandes problemas y a quien no se le cae el pelo. Cada quien es feliz a su manera, es verdad, pero solitarios aquellos que ven más allá, y que no pueden emitir esa sonrisa estupida, porque son conscientes.
lunes, 29 de abril de 2019
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